Los recuerdos de Claudia Villafañe: el casamiento en el Luna Park, cuando Diego Maradona estuvo en coma y el llamado a Verónica Ojeda

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La diseñadora reveló su costado más sensible durante su paso por “¿Quién quiere ser millonario?” y contó por qué no se muestra públicamente con su pareja

El domingo pasado fue el turno de Claudia Villafañe de sentarse frente a Santiago del Moro en el programa que conduce por Telefe, ¿Quién quiere ser millonario? Acompañada en la tribuna por dos amigas de la infancia que conserva desde la escuela primaria, la diseñadora reveló su costado más íntimo y recordó algunas perlitas de su casamiento con Diego Maradona en el Luna Park, habló de cuando el ex futbolista estuvo en coma y reveló el llamado que en una ocasión le hizo a Verónica Ojeda.

En un comienzo, Villafañe retrocedió hasta los días de su infancia, jugando en la vereda con sus amigas, las tardes en el club y las compras con su madre en el almacén. Pero no tiene mucho sentido detenerse por aquellas épocas: los recuerdos más jugosos fueron aquellos vinculados a sus días con Maradona. Los tranquilos y también los más agitados.

En ese sentido, es necesario detenerse en sus recuerdos del 7 de noviembre de 1989, cuando se casaron en el Luna Park: “Estábamos viviendo afuera, así que mucho fue organizado por Guillermo (Cóppola) desde acá. Nos enterábamos con las cosas ya hechas, no tuve mucha participación. El vestido lo hizo Elsa Serrano. Yo había dicho públicamente que quería un diseñador italiano y a la semana me tocaron la puerta de mi casa. Pregunto quién es y me dicen ‘Elsa Serrano’. El vestido lo tengo ahí guardadito, impecable. ¡Todavía me entra!”

“Recuerdo que el ambientador hizo una nota en una revista contando lo que iba a pasar (en la fiesta) y Diego no lo dejó entrar… Eso es Diego. Después nos enteramos de que apareció gente cambiada, vestida impecable para entrar, pero no estaba invitada. Creo que fueron mil invitados. No entró gente que no estaba invitada. Vinieron desde diferentes partes del mundo: amigos, jugadores y gente de acá… Estaban Susana Giménez, Graciela Borges, Yuyito (González), que en ese momento estaba con Guillermo…”, recordó.

Al ser consultada sobre el momento más difícil de su vida, no dudó: aquel 4 de enero del 200, cuando Diego ingresó a un hospital de Punta del Este, Uruguay, en estado crítico debido a su adicción a las drogas. Lentamente logró recuperarse y el 20 de enero fue trasladado a Buenos Aires, y poco después siguió su tratamiento de rehabilitación en Cuba.
“Fue muy difícil porque las chicas eran chicas, y Dalma enfrentó a la prensa y dio una nota. Yo no me animaba, no me gustaban las cámaras, y como ella ya trabajaba en la tele sintió que tenía que salir a hablar y contar cuál era la realidad y lo que estaba viviendo. Fue un momento súper difícil, donde todo el mundo y toda la gente acá mostraban mensajes, carteles, cartas, canciones… Gracias a Dios y a él pudo salir y se terminó con una batalla fea que le hizo perder un montón de cosas sin darse cuenta de la situación. Por suerte eso quedó atrás y resurgió otra vez”, reveló la diseñadora.

Del Moro le preguntó si alguna vez se despidió del ex futbolista “como si fuera la última vez”, y ella respondió: “No, siempre supe en esos momentos que él iba a salir. No sé por qué. Por ahí pensando en mis hijas. Es como que uno le dice ‘tenés que hacerlo, hay que salir de esta’. Pero los momentos del coma, cuando sentís que se puede ir, es fuerte… Siempre me aferré a rezar. Siempre le pido a la Virgen y a mis hijas, por supuesto. Todo eso ayudó”.

Al recordar los días en Nápoles, ciudad en la que el Diez es un ídolo absoluto, aseguró que ni siquiera podían salir a la calle: “Llegaron a romper la vidriera de un local por verlo, era muy difícil. Creo que ahora mismo va a Nápoles y es difícil caminar, la gente lo recuerda. Van argentinos y gente amiga y no podemos creer porque el taxi los lleva a pasear por donde vivíamos nosotros. A Dalma la tuve acá pero a los 15 días nos fuimos para allá. No sabía hablar una palabra en italiano, entonces yo agarraba un tenedor y le preguntaba al mozo cómo se decía”.

Por otro lado, recordó que en la época de Diego en Boca, como es sabido, ella tenía una mala relación con Mariana Nannis, por aquel entonces mujer del Pájaro Caniggia. Pero ahora todo cambió: “Con nosotros no hablaba. Ahora hablo. Hace unos años me la encontré en la casa de una amiga en común que no sabía si ir o no porque nunca tuvimos una buena relación. Y la verdad que la mejor”.

Ya más cerca en el tiempo, recordó el juicio que le ganó a Verónica Ojeda. La madre de Dieguito Fernando la había demandado por la publicación de un medio, que replicaba unas supuestas palabras de la diseñadora: “Le voy a sacar el bebé a trompadas”. Pero ella dijo que nunca las pronunció y finalmente la justicia le dio la razón.

“El juicio lo gané porque no hubo pruebas ni nada que confirmara que eso había pasado -aseguró-. Quizás voy a decir algo que van a decir ‘esta mujer está totalmente loca’, pero yo la he llamado por teléfono. Uno a veces hace cosas que se arrepiente o no, y no lo quiere decir públicamente. Ella también pasó por muchas situaciones que por ahí después se arrepintió o no. Por ahí tuvo un hijo y la oportunidad de cambiar de parecer en cosas con las que hizo mucho daño en su momento, por ahí sin darse cuenta. Quiero creer que no se dio cuenta y que pudo reconocer después que hizo cosas que se pudo haber equivocado”.

“La llamé porque yo había subido un posteo a Instagram. Yo no estaba en el país y no sabía que ella había ido a un programa de televisión, a Intrusos, y le hicieron ver como que yo había puesto ese posteo por algo que a ella le había pasado. Y no me había gustado esa situación porque había ido a contar lo de su hijo. Contó algo de Dieguito y me pareció que le tenía que hacer llegar mi parecer por esa situación. Yo quería sumar, no restar. Aparte siempre me porté de esa manera con Diego y sus relaciones, porque las hijas van a ser siempre de los dos y todos los hijos de Diego van a ser sus hijos, sea quien sea la mamá. Él es el papá de todos”, señaló.

Y sorprendió con una revelación: “Yo les pago los alimentos a dos (personas) que la Justicia dijo que son hijos de Diego. Por ahí hay muchas mamás que están acá o que ven esto… Uno hace lo que cree es que es lo mejor. Y en ese momento creí que me correspondía hacerlo sin pensar en otra cosa. No sé por qué pero me tocaba hacerlo y lo hacía normalmente, como creo que otras mamás también lo hacen y no se sabe”.

En pareja hace más de una década con el productor teatral Jorge Taiana, aseguró que no volvería a casarse y contó por qué no suelen mostrarse juntos públicamente: “Lo que pasa es que hay gente a la que le encanta sacarte una foto y mandársela a la prensa y la verdad que yo viví muchas situaciones con las chicas, preocupándose por las fotos del papá en tapas que por ahí no eran necesarias, después de que nos separamos, con otras mujeres. Y no quería que pasaron por la misma situación porque no necesito una tapa de revista para mostrarme ni para vivir, no soy del medio, entonces no necesito exponerme o avisar que voy a un lugar para que me saquen una foto”.

Sobre el final del programa le preguntaron si Maradona había sido el amor de su vida: “En ese momento por ahí lo pensaba porque no conocía a otro, me puse de novia muy chica, fue mi primer novio y es como que crees y te acostumbrás a un montón de situaciones con esa persona. Después tampoco tuve 20 novios ni nada, pero conocí a Jorge y ves todo desde otro lado”.

Dijo que sigue teniendo conflictos legales con Maradona, a pesar de que recientemente fueron retratados juntos en un evento organizado por Gianinna, y que es difícil comunicarse con él por teléfono ya que no le responde. Según su testimonio, no se ven cara a cara porque él nunca se presenta a las mediaciones y audiencias.

Villafañe se definió como una persona “solidaria” y dijo que si bien no sabe cómo usará los 300 mil pesos que ganó en el programa, el destino con seguridad será la ayuda a otras personas: “No me gusta la política -confesó-, me gusta ayudar. No es algo para decirlo, pero me gusta ser solidaria. Pueden ser cosas chicas, como ayudar a alguien a cruzar la calle… Me parece que tenemos que poner un poco más de nosotros y ayudar al que lo necesita”.

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