Pequeños y medianos comerciantes pidieron al Gobierno nacional “un rescate”
Comerciantes y empresarios de todo el país, tanto pequeños como medianos, pidieron que se convoque a las pymes para diseñar un rescate financiero. Además, solicitaron que el Gobierno se haga cargo del 100% del sueldo de empresas de hasta 40 empleados.
“La situación es desesperante y en junio se nos viene el aguinaldo”, señaló el presidente de la CAME, Gerardo Díaz Beltrán, que reclamó por las precalificaciones que realizan los bancos para negarse a entregar los créditos al 24% de tasa diferencial.
La entidad, que nuclea a 1.491 federaciones, cámaras, centros y uniones industriales, comerciales, de turismo, de los servicios, de la construcción y de la producción de todo el país, representando a más de 600 mil pequeñas y medianas firmas, le envió una nueva misiva al jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero, con propuestas para amortiguar el impacto económico en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio, dispuesto por el Poder Ejecutivo nacional.
Se insiste en el beneficio del 100% del salario neto para aquellas empresas de hasta 40 trabajadores, alcanzando con esta medida al 30,3% del empleo, con una masa salarial neta de $70.701 millones.
“Estimamos llegar a cerca de 2,4 millones de personas, garantizando así la continuidad de sus puestos de trabajo y también del sostenimiento del consumo, que genera un engranaje productivo beneficioso para no parar la economía”, sostuvo Díaz Beltrán, y destacó la decisión de muchas provincias y municipios de abrir la actividad cumpliendo con los protocolos sanitarios. “Debemos salir de forma progresiva y ordenada de esta cuarentena, la caída de las ventas minoristas nos lleva al colapso y arrastra a todo el entramado productivo. Hay muchos puestos de trabajo en riesgo y una pyme que se funde no vuelve a resurgir”, destacó.
Cabe destacar que las ventas minoristas se desplomaron en abril. Mientras los rubros esenciales disminuyeron 31% anual, los que permanecieron en cuarentena tuvieron una baja promedio del 75% al 80%, comparados con el año pasado.
Se recalcó la importancia de la continuidad de la cadena de pagos, previendo que nuevamente gran cantidad de cheques no podrán ser cubiertos, sumados también a los que ya han sido rechazados.
Se insistió en que más que un crédito, se necesita un rescate financiero y que la mayoría de las pequeñas y medianas empresas, que realmente precisaban una tasa diferencial del 24% para subsistir, no pudieron obtenerla por excusas de los bancos. Algunas de ellas fueron: nómina salarial de empleados acreditada en otra entidad bancaria, mínimas deudas con tarjetas de crédito, deudas de moratorias impagas, por cheques rechazados o simplemente porque “no están en la lista”, como iniciativa arbitraria que implementó cada banco que decide a qué cliente se lo otorga o no, aun cumpliendo con todos los requisitos.
El escaso acceso a las distintas ayudas, como créditos a 24% a las empresas, a tasa cero a monotributistas y el Ingreso Familiar de Emergencia, ha sido una queja generalizada estos días, ya que son muy pocos los que pudieron obtenerlas. De esta forma, el grueso del sector privado sigue sin ayudas, mientras el sector público no solo no redujo gastos, sino que los incrementa, como en el caso del ingreso adicional a empleados del Congreso.