El tereré fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco
El organismo internacional lo elevó hoy a esa categoría y se convirtió en la primera manifestación paraguaya que ingresa en la lista
El tereré, la clásica bebida paraguaya que combina agua fría con yerba, dejó de ser exclusivamente guaraní para convertirse este jueves en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Es la primera manifestación paraguaya que ingresa en esa lista, lo que fue celebrado por el ministro de Cultura de ese país, Rubén Capdevilla, quien se mostró feliz y esperanzado de que abra el camino a otras que presentarán en el futuro.
“Nos llena de orgullo obtener por primera vez este reconocimiento mundial, para una manifestación cultural nacional que traspasó generaciones y continúa vigente hasta nuestros días”, sostuvo el funcionario.
Además, calificó a la decisión de la Unesco como “un reconocimiento al papel de las mujeres paraguayas como responsables de esos preparativos y del mantenimiento de los elementos de esta manifestación cultural tradicional”.
El tereré es preparado tradicionalmente en una jarra o un termo, y se mezcla agua bien fría -a veces se le coloca cubitos de hielo-, con “poha ñana”, una hierba medicinal ancestral, (como una yerba de molienda más gruesa), que previamente fue machacada en un mortero, y se sirve en un mate.
Su tradición se remonta a las culturas precolombinas y fue transmitida de padres a hijos.
Esta no es la primera vez que distinguen a la bebida. De hecho, en 2019, el tereré fue reconocido como patrimonio nacional y hasta cuenta con un día propio de celebración que es el último sábado de febrero.
Según la Unesco, un patrimonio intangible o inmaterial se relaciona a tradiciones o expresiones vivas heredades de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y al universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional”.
Orgullo local
Pero no solamente el tereré fue motivo de alegría y orgullo en la región; también lo fue el chamamé ya que la Unesco decidió elevar a este baile popular dentro de la misma categoría.
“Es un bien que contempla la totalidad de las condiciones que se necesitan para alcanzar esta distinción, identifica a una comunidad, es transmisible de generación en generación, es un patrimonio vivo, vigente. Se diferencia de otros ritmos porque abarca un gran territorio y habla de integración con Brasil, Paraguay y Uruguay. Además, transmite un mensaje positivo, pregona el amor y respeto al paisaje, ”, señaló Gabriel Romero presidente del Instituto de Cultura de la Provincia de Corrientes.
Fuente:Tn