“Autoaudiomanía”: por qué nos gusta escuchar nuestros mensajes de voz
La psicología tiene la respuesta a esta peculiar costumbre. ¿Chequeamos lo que dijimos por narcicismo?
Hace ya varios años que la aplicación de Whatsapp introdujo la opción de mandar mensajes de voz, pero aún así es regla: un porcentaje importante de personas sigue escuchando los audios que envía. Y la psicología puede explicar las razones por las que este hábito no se esfumó con la novedad.
No importa si el mensaje dura 20 segundos o 4 minutos, una vez que lo enviamos, volvemos a escucharlo. Incluso suele pasar que cuando todavía no terminamos de oír nuestra nota de voz, ya nos respondieron, y no le damos play a ese audio hasta que se termina de reproducir el propio.
En algunos casos, este comportamiento responde a una razón práctica. Queremos chequear qué fue lo que dijimos o cómo lo contamos. Una especie de revisión para comprobar que no nos dejamos ningún detalle relevante.
Otro motivo es que si dividimos una explicación en tandas, necesitamos ver en qué punto del relato nos quedamos para proseguir y qué datos todavía no revelamos.
“Un rasgo de personalidad que podría estar vinculado a esto es el obsesivo, es decir, esa necesidad que no cesa por la perfección. Responde a una preocupación porque ese audio se haya entendido y haya salido perfecto. También intentamos transmitir la importancia de cómo nos ve el otro (en este caso es receptor del mensaje)”, explicó en conversación con Con Bienestar la psicóloga Eliana Alvarez (M.N. 68 245).
También puede ser que queramos escuchar una parte que nos quedó graciosa para volvernos a reír. Un estudio de la Universidad de Granada (UGR) comprobó que el humor sobre uno mismo revela un alto grado de bienestar psicológico así como de felicidad y sociabilidad.
En el artículo publicado en la revista Personality and Individual Differences, los investigadores contradijeron parte de los estudios realizados en el campo de la psicología del humor que sugerían que la utilización de este estilo de humor se vincula exclusivamente con consecuencias psicológicas negativas para el individuo.
Independientemente de la razón, vale la pena recordar que reír tiene muchos beneficios. La ciencia demostró que la risa alivia el dolor, combate el estrés, la ansiedad y la depresión leve y sube las defensas. Así que volver a escuchar un audio en el que bromeamos sobre nosotros puede tener el objetivo inconsciente de cuidar la salud mental.
Aún así, hay que reconocer que en un amplio porcentaje de los casos simplemente nos gusta escuchar nuestra voz. Es decir, que también puede indicar un grado de narcisismo.
“Es cierto que muchas veces sentimos la constante necesidad de escuchar cada audio que nosotros enviamos. Para comprender esto, podemos recordar el famoso mito de Narciso que utilizaba Sigmund Freud en sus teorías psicológicas: el joven se enamora de su propia imagen reflejada en una fuente. Reproducir audios nuestros en Whatsapp se podría asociar a rasgos narcisistas”, señaló Alvarez.
La psicóloga puntualizó que eso no tiene por qué ser leído como algo negativo: “Sin referirnos a casos extremos, es importante aclarar que presentar algún rasgo narcisista no es malo, ni patológico. De hecho es saludable tener algo de amor propio”.
Fuente:Tn