Gracias a las Leliq, los balances de los bancos mostraron beneficios

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El sistema financiero local volvió a mostrar buenos resultados, aunque menores, el año pasado pese a la pandemia. Sin embargo, la situación no es tan buena como parece. ¿Cuáles son los motivos?

A simple vista las ganancias de los bancos del año pasado sufrieron como las de otros tantos sectores económicos en la pandemia aunque, digamos, lograron mantenerse a flote ya que cerca de $220.000 millones no es nada despreciable. Sin embargo, esta rentabilidad ha sido la peor de los últimos seis años. Y no fue todavía peor, gracias a las Leliq y los Pases.

En primer lugar, no hay que perder de vista que el sistema financiero local se fondea un 70% con depósitos ya que un 29% del total del pasivo y del patrimonio neto son depósitos a la vista, un 27% son depósitos a plazo y el restante 13% son depósitos en dólares. O sea, tenemos un fondeo bancario fundamentalmente transaccional y de corto plazo. Además en 2020 cayó la participación de los depósitos en dólares a niveles de 2010, por el efecto súper-cepo en los ahorristas, al igual que la de las líneas del exterior y las ON (a un 2,6%).

Desde el punto de vista del activo de los bancos, se observa que mantienen altos niveles de liquidez por las exigencias normativas (encajes), junto con el atractivo de las Leliq y la floja demanda de crédito, que cayó 7% en el último año. Es así como los activos líquidos son el 19% del total del activo, los títulos del BCRA son el 16% mientras que el crédito al sector privado el 34%. Al respecto hay un dato positivo, a pesar del fuerte aumento del déficit fiscal en 2020, la exposición de los bancos al sector público se mantuvo en niveles muy bajos, en torno al 11% del activo total. Con relación al crédito al sector privado es insoslayable la concentración en préstamos personales que junto a las financiaciones con tarjeta de crédito son el 41% del total, seguido del descuento de cheques de pago diferido. Así se tiene que en el resto, las financiaciones vía descuentos representan un 30% del total, los adelantos el 9%, los préstamos hipotecarios el 8%, los prendarios el 3% y el 9% restante, otros créditos.

Claro que la contracara de esto es que desde 2018 la calidad de cartera se ha deteriorado fuertemente y ha bajado el nivel de previsionamiento. El porcentaje de cartera irregular sobre el total pasó del 2,7% en 2018 al 5,7% en 2019 y al 4,4% en 2020. Mientras que las previsiones sobre la cartera irregular que eran el 150% cayó al 94% en 2019 y al 126% en 2020. Pero como advierten los analistas de la consultora Curat, Martínez Larrea& Asoc., la aparente mejora en las previsiones y en la cartera irregular en 2020 se debe a la flexibilización que permitió el BCRA, a cargo de Miguel Pesce, a los bancos para que no calificaran a los deudores de créditos de consumo y comerciales de acuerdo a las exigentes normas de Basilea sino con un criterio más flexible (lo cual impacta en los cargos por incobrabilidad). Cabe recordar que por las Comunicaciones “A” 6938 y “A” 7107 hasta fin del 2020 se incrementan a 60 días los plazos de mora admitidos en las categorías 1, 2 y 3 y se suspende la recategorización obligatoria. De modo que bajo esta normativa la calificación de deudores y las previsiones se retrasa 60 días, por lo que un cliente de situación “1” a “2” no pasa a los 30 días sino a los 90, o el de “2” a “3” no lo hace a los 90 sino a los 150 días. Todo esto hace que los balances luzcan mejor de lo que lucen porque la pandemia no muestran la verdadera situación de los créditos sino que hay una especie de condescendencia para calificar y provisionar, sino los cargos de incobrabilidad serían mayores y los resultados serían nulos o negativos”, señala la consultora C&ML.

Ahora bien, al ver el cuadro de resultados del sistema en su conjunto queda en clara evidencia que la principal fuente de ingresos fueron las Leliq y los Pases con el BCRA, que en los últimos 3 años saltaron del 27% al 47% del total de los ingresos financieros (un 40% por títulos y 7% por Pases). Mientras que los ingresos por intereses pasaron del 66% al 42% del total. O sea, casi la mitad de los ingresos de los bancos están vinculados con la deuda remunerada del BCRA que hoy supera los $2,7 billones. Sin embargo, según datos de C&ML, esto no evitó el deterioro de la cobertura de los gastos de administración con el margen financiero que pasó de un 186% al 168% en 2020. Es decir, cuando en 2019 el margen financiero neto sobre los gastos de administración era el 180%, en 2020 pasó al 161%. Otro tanto pasó con el resultado por servicios respecto a los gastos administrativos que vienen cayendo desde 2015 cuando eran el 43% y ahora son el 26%. De modo que a pesar de la franquicia normativa para calificar y provisionar los créditos, en 2020 la rentabilidad cayó más de 60 % en términos del retorno sobre activos (ROA) y sobre el patrimonio (ROE), ya que se pasó de un 5,4% en 2019 a un 2,3% en 2020 y de un 46,4% en 2019 a un 14,6% respectivamente, según datos de C&ML. Mientras que el Patrimonio Neto de las entidades financieras en dólares acumula una caída de 52% en los últimos 3 años: valuado bajo dólar oficial pasó de u$s22.700 millones en 2017 a u$s15.200 millones en 2019 y a u$s20.000 millones en 2020, y bajo dólar libre a u$s12.100 millones y u$s10.900 millones.

A pesar de todo al titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, no le impidió conseguir una paritaria bien acorde con el beneplácito de ser considerados “esenciales” como el amigo Moyano y Camioneros, total las Leliq pagan. “Larga vida a las Leliq”, debería blandir alguna pancarta gremial por la City. ¿Qué pensará el personal sanitario?

Fuente: Ambito

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