Jujuy: una provincia pequeña, pero con gran diversidad geográfica y riqueza cultural.
Destinos imperdibles
Una buena parte de la superficie de la provincia es una extensa planicie a más de 3600 msnm denominada “Puna”. La Puna es fascinante, allí podrás encontrar comunidades originarias que viven desde hace siglos, salares, lagunas y volcanes inactivos, una maravillosa diversidad de fauna: llamas y vicuñas, flamencos australes, parinas, entre otras. Tampoco podés perderte Barrancas y su maravilloso Centro de Interpretación Arqueológica; Susques con la Iglesia más antigua; Cusi Cusi y el cercano Valle de la Luna; Rinconada -un pequeño pueblo de buscadores de oro muy próximo a la Laguna de Pozuelos-; el fin de la Ruta 40, la ciudad de la Quiaca y el pintoresco e histórico pueblo de Yavi.
¿Cuál es la “estrella del show”? La imponente Quebrada de Humahuaca. La Quebrada no sólo es bellísima por sus paisajes y su geografía particular, sino también por sus manifestaciones culturales. En ella podrás encontrar diversos pueblos cada uno con su propia identidad: Humahuaca, Uquía, Huacalera, Tilcara, Maimará, Purmamarca, Tumbaya y Volcán. Es hermoso caminar por sus calles angostas, visitar sus iglesias, comprar artesanías, disfrutar de su alucinante gastronomía y vinos.
Actividades recreacionales
Tras salir de la planicie casi desértica de la Puna y de los cerros coloridos de la Quebrada ingresamos a los espejos de agua en los valles y al verde intenso de las Yungas (o nuboselva). Acá la aventura continúa: hay cuevas, valles y cascadas, así como itinerarios innovadores con experiencias recreacionales y naturales que incluyen trekking, bicicleta, cabalgatas y observación de aves.
En las cuatro regiones de Jujuy se desarrolla una gama actividades que varían tanto en su dificultad c. Una travesía verdaderamente imperdible es el Trekking de la Quebrada a las Yungas, desde Tilcara hasta el Parque Nacional Calilegua. Podrás atravesar, en una duración de 5 o 7 días, los paisajes más diversos, incluyendo cerros, montañas y hasta caminar sobre nubes para llegar a la selva más tupida. La actividad puede realizarse a pie, caballo o en bicicleta.
Hotelería y Gastronomía
Si de relajarnos se trata, Jujuy no se mantiene exento. Posee pequeños hoteles personalizados, generalmente atendidos por sus dueños, con altos estándares de calidad de servicio.
La cocina Jujeña y los productos de la tierra son otro capítulo, una experiencia en sí misma. En la Puna, se hace imprescindible degustar su gastronomía nativa. Se recomienda la calapurca (cocida con piedras ardientes), sopa majada, la tistincha o tijtincha, cazuela de cordero o de llama, el huaschalocro, y una amplia variedad de embutidos artesanales.
A medida que descendemos, nos recibe la Quebrada de Humahuaca, con sus pequeñas huertas de hortalizas, brindándonos su variedad de quesos, papas, maíces y habas. A no perderse las humitas y tamales, empanadas, locro con verdeo, cazuelas de llama y cordero, acompañando con algún vino de altura o una cerveza artesanal.
Al adentrarnos en el Valle “abajeño”, su variada gastronomía nos ofrece entre otras delicias: buñuelos o quesillos con miel de caña, escabeche de porotos, soufflé de pejerrey -en la zona de los diques- dulce de cayote, entre otras exquisiteces.
El valle se cierra en una Yunga. Acá encontrarás una selva de árboles de mango y bananales, con paisajes transitivos únicos como los Valles de Altura de donde proviene el tomate de árbol o “chilto”. Destaca la exuberancia de sus frutas tropicales: maracuyá, papaya, palta, plátano, acerola, pitaya, ananá.