El mensaje alarmista de Carla Vizzotti que esconde dramatismo y resignación
La ministra de Salud apeló a la ciudadanía para frenar los contagios; descartó anuncios inminentes y reconoció que no hay por ahora más vacunas
En el final de la larga jornada de consultas de anoche, de la que el presidente Alberto Fernández participó vía telefónica, Carla Vizzotti pensó y discutió el discurso con el jefe de gabinete, Santiago Cafiero, y varios de los asesores de prensa que la acompañan desde que asumió como ministra de Salud. “Es el mensaje más difícil que me toca dar”, dijo hoy Vizzotti con una mezcla de dramatismo y resignación en el inicio de los 16 minutos de monólogo que sirvieron de puntapié inicial para la conferencia de prensa matutina, en la Casa Rosada.
Acorralada por el avance irrefrenable de los casos de coronavirus, con peligrosas nuevas cepas ya circulando y sin anuncios de llegadas de nuevas vacunas, la ministra utilizó las anotaciones que tenía escritas en un papel para apelar de manera directa “a la reflexión” de la ciudadanía, único camino para evitar que llegue “el límite” del sistema de Salud, la gran sombra que se cierne sobre el gobierno del Frente de Todos en el horizonte cercano.
La estrategia comunicacional acordada se centró en una premisa: no culpar a la gente por la apremiante situación sanitaria y mostrar a la ministra “como lo que es: empática, empoderada y trabajadora”, según la definió un funcionario. “Me siguen invitando a asados, pero no lo hacen de malos”, reconoció en medio de las escasas respuestas que dio a los periodistas, poco después de recordar que “juntos” se había podido aplanar la curva de la primera ola, frenar el rebrote en diciembre luego de masivas manifestaciones como la del funeral de Diego Maradona y reducir la cantidad de reservas para Semana Santa.
Luego de repetir la apelación a los cuidados personales y reclamar la cancelación de actividades recreativas-fueron más fuertes que de costumbre, apelando incluso al uso de barbijo también dentro de cada hogar- Vizzotti apuntó a los distintos actores que podrían “ayudar y mucho” a frenar la estampida de contagios.
Descartan por ahora un “cierre total”
Mientras pedía más tiempo para “evaluar” la eficiencia y el “impacto” del DNU con medidas de restricción firmadas por el Presidente el viernes pasado, Vizzotti apuntó a los medios: les pidió “la máxima responsabilidad” a la hora de comunicar y no dejarse llevar por rumores como los que circulaban anoche, que hablaban de un inminente “cierre total” de actividades. Fuera de micrófono, un vocero del Presidente se indignaba por haber tenido que explicarle a su familia que la versión no era cierta, en horas de angustia y tensión colectiva.
En referencia a “todo el arco político” (no mencionó a la oposición), Vizzotti les rogó a los dirigentes “estar a la altura de las circunstancias”. Afirmó que “no es momento de generar más tensión”, antes de reiterar que son los gobernadores e intendentes quienes tienen la “potestad de ampliar las medidas”, más allá de la innegable responsabilidad del Poder Ejecutivo. “Necesitamos llegar a quienes están enojados, incluso a quienes no creen en el virus”, dijo, en una apelación directa a los escépticos que descreen de la eficacia de la inmunización.
La referencia final de Vizzotti a la consulta con autoridades sanitarias de Bolivia, Chile e Israel para conocer sus experiencias trajo a la sala de periodistas una palabra tabú: confinamiento. Nadie confirma que se esté pensando en una medida tan extrema, pero la apelación, entre íntima y alarmista de la ministra, sugiere que las medidas más duras de combate a la segunda ola coronavirus llegarán más temprano que tarde.
Fuente: La nacion