Dólar: cómo será la nueva estrategia del Banco Central para el tipo de cambio oficial

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Este fin de semana, el Gobierno anunció, a través del equipo económico, una serie de medidas que apuntan a controlar la inflación, que saltó al 8,4% en abril, luego de haberse ubicado en el 7,7% en marzo. Entre los anuncios que se hicieron, uno de los que más dudas genera en la City es el que se refiere a la evolución de la devaluación del peso o, lo que es lo mismo, de apreciación del dólar. Lo que se anunció es que el Banco Central (BCRA) aumentará la intervención en mercado de cambios y va a administrar el ritmo del crawling peg.

El escaso detalle que se dio de esta medida genera dudas en la City. Y es que el Gobierno apuesta al factor sorpresa en este sentido, ya que, como explica una fuente a Ámbito “no se suelen anticipar este tipo de medidas”. Así, las posibilidades, en el actual contexto, son varias, al igual que los rumores.

“Yo creo que deberían ajustar el crawl al alza porque ha quedado desfasado respecto del dato de inflación y, ahora, también respecto de las tasas (que suben al 8% mensual a partir de este lunes)”, señala a Ámbito el director de MyR Consultores, Fabio Rodríguez. Y explica que esta posibilidad se sustenta en un análisis de la escasez de las reservas y en la mirada del Fondo Monetario Internacional (FMI), que exige llevar el tipo de cambio en línea con tasas e inflación. Así, considera que debería acompañar la carrera nominal, que ya pasó a una zona de valores por encima del 8%.

Los rumores sobre el pedido del FMI para el dólar

Según señalan muchas voces, el FMI le pide al Gobierno una devaluación del 30% (algunas hablan del 50% incluso) y aseguran que esto se implementaría en uno o tres meses. Así, especulan que se podría llevar el ritmo de devaluación a alrededor de un 10% o más para, en un comienzo e irlo ampliando para, acumulativamente, llegar a ese nivel de devaluación en el mediano plazo. El gran dilema que se presenta en este sentido es que esa política resulta inflacionaria porque el tipo de cambio es una de las variables que presionan sobre precios.

Así, Rodríguez indica que otros analistas consideran que, en una economía con una carrera nominal elevada, habría que dar una señal más fuerte con respecto al ancla del tipo de cambio oficial. Desde Equilibra, por ejemplo, el economista Lorenzo Sigaut Gravina opina que, “si el BCRA convalida un 8% mensual para el crawling peg, no juega como un elemento moderador de la inflación”.

De hecho, el BCRA disminuyó el ritmo de evolución de depreciación del peso en lo que va de mayo, luego de haberlo acelerado por encima de la tendencia inflacionaria el mes pasado. Y es que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) se ubicó en el 7,7% en marzo y la evolución del precio del dólar se acercó al 8,2% mensual hacia fines de abril. Así, según señaló Portfolio Personal Inversiones (PPI) en un informe reciente que el crawling peg se recortó desde un 165,1% de Tasa Efectiva Anual (TEA), que promediaba el 26 de abril pasado, al 125% (en torno al 7% mensual) en los primeros días de mayo.

El dólar como ancla: ¿un recurso válido?

Esto podría implicar una búsqueda por parte del regulador monetario de para controlar la inflación. Y es que una posibilidad es que se decida usar el tipo de cambio como ancla para la inflación y lo atrase, tal como lo hizo durante gran parte de la gestión de Martín Guzmán frente al Ministerio de Economía. Recordemos que la evolución del dólar oficial comenzó a acelerarse hacia fines de 2021, hasta ese momento, corría bastante por detrás de la evolución de precios de la economía. Pero, para Rodríguez, “eso es peligroso porque implica más brecha y más presión devaluatoria hacia adelante”.

Lo cierto es que, tal como señala Sigaut Gravina, ahora, el BCRA tienen margen para acelerar un poco más el crawling peg, pero quizás decidan mantenerlo aún. “Creo que el BCRA debería seguir llevándolo en torno al 7% para cortar una racha alcista de los precios”, opina.

Sin embargo, para el economista de la Universidad de Avellaneda Pablo Ferrari, “la evolución del tipo de cambio estará dada, en gran medida, por la forma en la que se administren la reservas y la magnitud de éstas”. Indica que el Gobierno está intentando incrementarlas por varios medios, como el adelantamiento de desembolsos por parte del FMI y otros organismos multilaterales, la utilización del yuan para las importaciones de productos chinos y los tipos de cambios diferenciados para fomentar importaciones.

Y considera que “la resultante de este conjunto de medidas determinará en gran parte el ritmo de evolución del tipo de cambio, que el Gobierno intenta contener para que no impacte en un proceso inflacionarios recargado”.

El gran problema que tiene hoy, sin embargo, es que, en palabras del economista de Santiago Manoukian, las medidas corren de atrás a los problemas y, si bien pueden tener algún impacto positivo en el plazo inmediato, “el actual contexto, marcado por la incertidumbre inflacionaria y la fuerte sequía, que incide en la posibilidad de captar nuevos dólares para las reservas del BCRA, hace que el margen de acción de las medidas sea cada vez más ajustado”.

Fuente: ámbito

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