Pablo Moyano y Victoria Villarruel compartieron una misa por los 50 años del asesinato de José Ignacio Rucci
De manera inesperada, una misa por los 50 años del asesinato al exlíder de la CGT José Ignacio Rucci juntó en un mismo lugar a uno de los actuales conductores de la central obrera como Pablo Moyano y a la candidata a vicepresidenta por La Libertad Avanza, Victoria Villarruel. El escenario fue la Catedral Metropolitana, a donde ambos llegaron sin saber de la presencia del otro.
La misa en cuestión se llevó a cabo ayer y reunió a familiares, sindicalistas y algunos contemporáneos del representante de la Unión Obrera Metalúrgica, asesinado el 25 de septiembre de 1973. Pero también a Moyano y a Villarruel.
Si bien estuvieron en una misma sala, lo cierto es que se ubicaron a varios metros de distancia y en ningún momento estuvieron cerca o se saludaron. Pero ambos ocuparon la primera fila: del lado izquierdo se sentó Moyano junto con Agustín y Claudia Rucci, hijos de José Ignacio y la última senadora provincial de Juntos por el Cambio. Del lado derecho, en tanto, Villarruel se sentó rodeada de tres personas.
Ambos escucharon la palabra de Alejandro Russo, rector de la Catedral, que entre otras cosas manifestó que «aunque el crimen no fue reparado por la Justicia humana, José Ignacio Rucci no ha sido olvidado. Quiso la Justicia social, como Cristo», de acuerdo al reporte de Clarín.
Villarruel y Moyano, cerca pero sin saludo
Cuando terminó el discurso, tanto Villarruel como Moyano saludaron a los hijos del exlíder de la CGT por separado. «No sabía que estaba», le respondió la candidata a vice al medio citado antes, ante la consulta sobre Moyano. «Hugo siempre participó y yo como secretario general de la CGT tengo que estar», dijo el líder camionero, por otro lado.
«Vine a dar el respetuoso pésame por José Ignacio Rucci, uno de los que no tuvieron Justicia ni verdad ni reparación, y que por razones políticas han sido olvidados como otros sindicalistas, trabajadores y mujeres«, agregó Villarruel.
La compañera de fórmula de Javier Milei, de reconocido perfil a favor de la reparación a las víctimas de la guerrilla de los años 70′, saludó a Rucci con quien, dijo, se conocen hace muchos años.
Rucci, senadora de Juntos por el Cambio, dijo que se sorprendió de ver a Villarruel y dijo que no había sido invitada, ya que a la misa la habían convocado las 62 organizaciones peronistas. «Ella viene defendiendo a las víctimas del terrorismo hace 20 años, el lugar que está ocupando ahora le dio visibilidad», manifestó.
A 50 años del crimen de Rucci
Rucci fue asesinado hace 50 años en la puerta de la casa de su cuñada, en la avenida Avellaneda al 2900, en Flores, cuando se dirigía a grabar un mensaje a Canal 13.
Durante el mediodía de aquella violenta jornada, mientras intentaba subir al auto que lo esperaba a unos metros del frente de la casa de su cuñada, el sindicalista recibió 23 disparos, número que le valió el nombre mediático de «Operación Traviata», en referencia a la galletita de los «23 agujeritos».
A pesar de estar rodeado de guardaespaldas, no se pudo evitar el fatal desenlace y Rucci cayó muerto en la vereda de la vivienda en Avellaneda 2900, pleno corazón del barrio porteño de Flores.
Nunca hubo un reconocimiento explícito sobre los autores del atentado, que fue sigilosamente planificado debido a que Rucci había comenzado a ser seguido por un grupo en julio de ese año.
Medio siglo pasó del hecho y la Justicia aún no pudo determinar quiénes fueron los culpables. En 2009 la causa fue reabierta, aunque solo se concluyó que la Triple A no estuvo detrás del ataque y no se descartó la participación de Montoneros. El ERP, por su parte, salió a manifestar que no estuvieron involucrados.
Fuente: Perfil