El mundo empresario recalcula ante el efecto Milei: ¿Habrá jubilación anticipada?
“Se rompió el sistema”, razonó el jefe de una de las entidades del campo, que integra a uno de los sectores productivos más dinámicos de la Argentina. Las recorridas por el interior del país le dejaron claro que el efecto Milei no respondió a una advertencia o a una respuesta de bronca transitoria, sino a la imposibilidad de la representación tradicional de tomar las necesidades cotidianas y transformarlas en propuestas. El temor de la “casta empresaria” es que las esquirlas de la vieja política inicien un proceso de jubilación anticipada de algunos dirigentes de la gremial-empresaria y acelere una renovación que no estaba en agenda.
La crisis institucional y política, con efectos en los resultados electorales del 22 de octubre próximo, desestabilizó la agenda del oficialismo, a partir del escándalo que se desató por el viaje del exjefe de Gabinete bonaerense Martín Insaurralde; pero, también, puso en situación de naufragio a los representantes del histórico mundo empresario, que solía sortear las relaciones con presidentes, por más reelecciones existentes en el medio. “Por supuesto que nos afecta. La mala imagen del empresariado siempre fue una moneda utilizada cuando las cosas no le salían bien al gobierno de turno”, admitió a PERFIL un mandamás del sector privado.
Desde la consolidación del ascenso de Javier Milei en la escena pública, se instaló una grieta en el círculo rojo: los históricos dueños de las empresas, quienes supieron financiar al libertario como una alternativa outsider del poder, por un lado; y sus herederos o los creadores de las novedosas tecnológicas, quienes asumieron con mayor “naturalidad” el cambio de época. “Hay empresarios con miedo, porque se rompió el sistema con el que solían negociar. Los más jóvenes vemos esta situación con mucha mayor naturalidad y sin ninguna parálisis. También somos parte de lo nuevo”, le dijo a este medio la dueña de una empresa del norte del país.
Del “loco” al “seductor”, la historia de Milei y el círculo rojo
Hace poco más de dos años, Milei visitó a uno de los integrantes del Grupo de los Seis (G6, integrado por la industria, la construcción, los bancos nacionales, los mercantiles, los ruralistas y representantes de la Bolsa de Comercio) para “conocer las necesidades del sector y empezar a cosechar respaldos dentro del empresariado nacional”. La dolarización y el cierre del Banco Central ya eran parte del modelo que pregonaba en el círculo rojo, pero muchos de los dueños argentinos tenían un concepto casi unívoco: “Qué podemos entender de un loco, que sólo grita por televisión”, decían.
Ese mismo día, el libertario aceptó la invitación de recorrer una muestra que se realizaba en uno de los predios feriales más importantes del centro porteño. “La gente no paraba de pedirle fotos. Incluso, los mismos que un rato antes lo tildaban de loco”, recordó uno de los asistentes. Desde ese día entró en el radar y la relación se fortaleció, a pesar de que las predilecciones estaban puestas en Juntos por el Cambio, en la mayoría de los integrantes de la elite económica. “Ahora todos se pelean por entrarle de algún modo”, confesó una fuente del entorno millonario.
En una visita por el interior de la provincia de Buenos Aires, un grupo de productores del sector cárnico, de poderosos ingresos, comenzaron a mostrar su predilección por Milei Presidente. De cuna antiperonista, fortalecida por su lucha contra el kirchnerismo, hoy ven en el libertario un voto útil. Ese voto ideológico se sostiene, también, en la “decepción” que generó el gobierno de Mauricio Macri. “El kirchnerismo se robó todo, pero con Cambiemos la pasamos muy mal”, se justificó uno de los chacareros.
La preocupación del círculo rojo del Estado
Existe una diferenciación en el empresariado. La definición de casta empresaria, por la vinculación con los negocios generados por el Estado, comenzó a marcar con mayor definición al sector privado “prebendario” y al “autónomo”. Para la elite económica, existe un sector que podrá sobrevivir a la persecución social de las acusaciones políticas y se trata de aquél que se sostiene con su capacidad productiva. El temor es que la apertura a los mercados mundiales que promueve Milei los deje a la deriva competitiva.
“No vamos a durar nada, porque venimos con una mochila de deuda que no generamos nosotros, pero que debemos afrontar cuando haya libertad de acceso al mercado de dólares oficiales. Si se abren las importaciones, fundiremos muchas empresas. Esperemos que Milei tenga en cuenta que la protección del Estado no significa prebenda, sino inteligencia comercial en el mundo”, se alarmó un integrante de la mesa chica de la Unión Industrial Argentina (UIA).
“El empresariado tiene mala prensa y nosotros tenemos que ver cómo hacemos para cambiar esa opinión de la gente, para mostrarnos como dadores de trabajo y generadores de riqueza. Pero para Milei todo es casta, salvo aquellos que están a su lado y dejan de ser castas, como sucede en la fase sindical con Luis Barrionuevo. Pero no podrá destruir todo y necesitará del sector privado para resolver los problemas que deberá afrontar, si es presidente. Pero aquellos sectores prebendarios la van a pasar muy mal”, se sinceró ante PERFIL el dueño de una fábrica bonaerense.
AM / ED
Fuente: Perfil