Nueva polémica en el cónclave: un cardenal sancionado por abuso sexual llegó a Roma y enciende alarmas
Se trata del peruano Juan Luis Cipriani, el primer purpurado de la historia del Opus Dei, quien fue sancionado por casos de pederastia. Por su edad, no podrá participar de la elección del próximo papa pero se sumó al homenaje a Francisco que se realizó este domingo.

Al respecto, el cardenal argentino Ángel Rossi consideró que si el papa había dado instrucciones claras respecto a la exclusión de ciertos purpurados, estas debían ser respetadas: “Si él dijo no, sería bueno que no”, dijo en diálogo con el medio Caracol.
La denuncia contra Juan Luis Cipriani
En 2018, el escándalo explotó a partir de la denuncia revelada en el diario El País de España. La víctima escribió una carta dirigida al papa Francisco para detallar los hechos que sufrió en 1983, cuando tenía entre 16 y 17 años. El medio agregó que no era la primera vez que se presentaban acusaciones de este tipo contra el exarzobispo de Lima y miembro del Opus Dei. Las fuentes consultadas por el diario español aseguraron que ya había una denuncia previa en 2002.
A comienzos de este año, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, confirmó que el Vatiacano aceptó la renuncia de Cipriani como arzobispo de Lima e informó que «se le impuso un precepto penal con ciertas medidas disciplinarias relativas a su actividad pública, lugar de residencia y uso de insignias».
«Y aunque en ocasiones puntuales se concedieron ciertos permisos para atender peticiones debidas a la edad y situación familiar del cardenal, en la actualidad, este precepto sigue vigente«, subrayó el portavoz.
Por su parte, el cardenal respondió a través de una carta donde enfatizó que las acusaciones son «completamente falsas».
«No he cometido ningún delito ni he abusado sexualmente de nadie ni en 1983, ni antes ni después», remarca el texto, en el que el cardenal confirma la existencia de una denuncia en su contra en 2018 y el hecho de que, en 2019, sin que se abriera un proceso.
Además, denunció que las medidas dispuestas por Francisco se tomaron “sin haber sido escuchado, sin saber más y sin que se abriera un proceso”.