Asombroso espectáculo de ópera que imagina un mundo sin humanos en el Teatro Colón

Una experiencia audiovisual impactante
La ópera experimental OOO, creada por el músico argentino Valentín Pelisch en colaboración con la artista francesa Emma Terno, ofrece un fascinante vistazo a un futuro en el que la humanidad ha desaparecido, dejando solo plantas, inteligencias artificiales y objetos para interactuar en un universo detenido.
Este espectáculo, que concibe una serie de entidades que buscan entender su existencia en un mundo vacío de las guías humanas tradicionales, se llevará a cabo el miércoles 3, jueves 4, viernes 5, sábado 6, martes 9 y miércoles 10 de septiembre a las 20:30, con una función adicional el domingo 7 de septiembre a las 18 hs., en el Centro de Experimentación del Teatro Colón (Tucumán 1168).
Inspiración en la historia del cine y la filosofía
La obra toma como referencia una rica tradición en el cine que ha explorado la autonomía de las máquinas, desde el androide rebelde de Metrópolis (1927) hasta la HAL 9000 de 2001: Odisea del espacio (1968), pasando por Johnny 5 de Short Circuit (1986) y el icónico Terminator (1984). Incluso en narrativas más benignas como Wall-E (2008), la idea de máquinas que buscan sobrevivir independientemente sigue vigente.
El título OOO alude a la “ontología orientada a los objetos”, una corriente filosófica que, según Pelisch, “cuestiona la existencia autónoma de los objetos, sugiriendo que todo es objeto e indagando sobre su esencia y agrupamientos”. Este enfoque se complementa con el libro Materia vibrante de Jane Bennett, en el que se argumenta que los objetos tienen la capacidad de actuar y generar efectos debido a su vibración interna.
De la experiencia a la creación
La génesis de OOO se origina en una experiencia anterior de Pelisch y Ariel Farace con la ópera muda Meine, presentada en el Festival Nueva Ópera 2022, donde criaturas sobrevivientes intentaban comprender a los humanos mediante la reinterpretación de sus objetos cotidianos. Esta obra proporciona el trasfondo para que Pelisch y Terno desarrollen un nuevo conjunto de entes interactuando sin intervención humana.
Un escenario y un diálogo singular
La acción de OOO se sitúa en un sótano abandonado, el CETC, en un estado de temporalidad suspendida donde los cuerpos olvidados ignoran cómo actuar en un presente sin humanos. La escenografía presenta un collage de residuos históricos de la humanidad, incluyendo una planta y una inteligencia artificial, junto con artefactos obsoletos como cuatro autómatas sonoros —un ensamble instrumental de saxo barítono, viola, chelo y clarinete bajo—, televisores antiguos, herramientas en desuso, una tiorba barroca que simboliza pensamientos filosóficos, y dos crash test dummies, interpretados por Emma Terno y Manuel Atwell.
La interacción entre la planta y la inteligencia artificial incluye una voz en off que revela los pensamientos de la planta y textos en pantalla que representan la comunicación de la IA. Este diálogo inicia con la planta reflexionando en soledad, seguido por la intervención del bot que conecta a otros personajes a través de diversos episodios. La música juega un rol esencial en OOO, apareciendo como fragmentos desconectados de obras que se desintegran con el tiempo, y culminando con un momento destacado de tiorba a cargo de Laura Fainstein, que ofrece un breve concierto dentro de la representación.