Reacción de la hija de Charlie Kirk tras su asesinato: «¿Dónde está papá?»

La conmovedora respuesta de Erika Kirk
La pregunta «¿Dónde está papá?» resuena dolorosamente en la mente de Erika Kirk, la viuda del activista político Charlie Kirk, quien era cercano a Donald Trump. Durante su discurso el pasado viernes por la noche, compartió la desgarradora conversación que tuvo con su hija de tres años sobre la trágica muerte de su esposo. «Cuando volví a casa anoche, Gigi, nuestra hija, corrió a abrazarme y me dijo: ‘Mami, te extrañé’. Yo respondí: ‘Yo también te extrañé, cariño'», relató Erika.
Continuó narrando que Gigi le preguntó: «¿Dónde está papá?» y, visiblemente emocionada, se cuestionó cómo explicarle esto a una niña tan pequeña. «Cariño, papá te ama mucho, no te preocupes. Está en un viaje de trabajo con Jesús para poder pagar tu presupuesto de arándanos», fue la respuesta que encontró.
El legado de Charlie Kirk
Este diálogo fue compartido por Erika al hablar públicamente por primera vez desde el asesinato de su esposo, que ocurrió el pasado miércoles en la Universidad de Utah Valley, en Estados Unidos. Erika se dirigió a la nación desde un atril en el estudio de Charlie, donde había dejado una gorra blanca con el número 47 en dorado, un artículo de su página web, junto a un cartel.
Erika describió a Charlie como «un padre y esposo perfecto«. «Él amaba a sus hijos y me amaba a mí con todo su corazón, y eso lo sabía cada día», expresó, añadiendo que tenía constantes conversaciones sobre cómo podría ser un mejor esposo y padre. «Era un hombre tan bueno, sigue siéndolo», afirmó.
La vida de Charlie Kirk
Charlie Kirk, quien tenía solo 31 años, dejó atrás a dos hijos pequeños: una niña de 3 años y un niño de 1 año. Conoció a Erika en 2018, se comprometieron en diciembre del año siguiente y se casaron en mayo de 2021 en Scottsdale, Arizona.
Su trayectoria como activista, escritor y comentarista lo llevó a la fama tras fundar Turning Point USA, una organización estudiantil conservadora, cuando tenía apenas 18 años. Se convirtió en una voz prominente en la derecha estadounidense, acumulando millones de oyentes y seguidores, como los 5.2 millones que tiene en la plataforma X (anteriormente Twitter).
Kirk ganó notoriedad al organizar eventos en campus universitarios, donde debatía con estudiantes progresistas y defendía las ideas conservadoras. Su activismo se centró en lo que él definida como «marxismo desenfrenado» e «ideología de género» en la educación superior, incentivando a los estudiantes a denunciar a docentes que pudieran promover esas ideas.
Además, su organización jugó un papel crucial en la campaña de Trump para las elecciones de 2024. El mismo presidente ha reconocido a Kirk como fundamental para movilizar el voto joven, un sector clave para su triunfo electoral. Durante la primera administración de Trump, Kirk estableció fuertes lazos con la Casa Blanca, lo que continuó en la campaña electoral y posteriormente, siendo una figura habitual en Mar-a-Lago durante la transición hacia el segundo mandato del presidente.