Desaceleración en el sector metalúrgico: caída en la producción

Caída en la actividad metalúrgica
En el mes de agosto, la producción metalúrgica experimentó una baja del 6,1% en comparación con el mismo mes del año anterior, además de una disminución del 2,3% en relación a julio. A lo largo del año, el crecimiento acumulado se sitúa apenas en 1,6%, lo que evidencia un estancamiento en los niveles de producción, que se encuentran 17% por debajo de los máximos históricos alcanzados.
Informe de ADIMRA
El análisis realizado por el Departamento de Estudios Económicos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) revela una caída de -3,2 puntos porcentuales en la utilización de la capacidad instalada (UCI) en comparación con el mismo mes del año anterior. Este fenómeno refleja una tendencia creciente de disminución, alcanzando uno de los niveles más bajos registrados históricamente, con un UCI de 44,8%, similar a los periodos de pandemia entre marzo y junio de 2020.
Desempeño sectorial
- La maquinaria agrícola, que había mostrado crecimiento, registró una caída de -1,9%, siendo esta su primera caída en 2025.
- Las carrocerías y remolques también experimentaron desaceleración, con una caída del 6,8%.
- Sectores como autopartes, fundición y bienes de capital mostraron descensos significativos de -12,6%, -14,4% y -8,1% respectivamente.
El informe indica que estas áreas siguen siendo los principales focos de debilidad dentro de la industria metalúrgica. Los otros segmentos también no fueron la excepción, con caídas en Otros Productos de Metal (-7,1%), Equipos y Aparatos Eléctricos (-3,4%) y Equipamiento Médico (-1,6%), interrumpiendo la leve tendencia de crecimiento positiva que se había observado anteriormente.
Nivel de empleo y expectativas
Respecto al empleo, se reportó una caída interanual del 2,9%, y en relación a julio, se observó una merma del 0,5%. El presidente de ADIMRA, Elio Del Re, manifestó su preocupación afirmando que «la industria nacional atraviesa niveles productivos muy bajos, que ni siquiera alcanzan a revertir la profunda caída de 2024, lo que refleja un estancamiento generalizado de la actividad». Además, enfatizó la necesidad de implementar políticas activas que restablezcan el tejido productivo, indicando que los actuales niveles de producción podrían poner en riesgo el empleo: «La salida para el país es con más industria y con todos los sectores trabajando en conjunto».
Las proyecciones para los próximos meses tampoco son alentadoras. Un 74,4% de las empresas anticipa que su producción se mantendrá sin cambios o disminuirá, evidenciando un aumento en la percepción de estancamiento o caída de la actividad. Asimismo, las expectativas en torno al empleo son igualmente débiles, con un creciente número de empresas que prevén ajustes en sus plantillas; hasta un 90,5% de las firmas no anticipan cambios o esperan reducir personal.