Charlando con Andrea Politti: «Me interesa la gente, tengo un buen oído para escuchar»

Una charla abierta con Andrea Politti
Andrea Politti, a sus 61 años, se ha consolidado como una actriz versátil en diversas áreas como la televisión, el cine y el teatro. Además, ha destacado como conductora en exitosos programas como Cuestión de Peso, 12 corazones y Corte y confección. Actualmente, sigue en cartelera con Tirria en el Teatro Metropolitan, junto a un elenco destacado que incluye a Diego Capusotto, Eva Capusotto y su propio hijo, Galo Politti. Esta semana, aunque habrá un pequeño receso hasta el 31 de octubre, Andrea comparte sus reflexiones sobre la vida y su carrera en una entrevista.
Sobre su trayectoria y el escenario
En cuanto a su experiencia en teatro, Politti expresa: “La verdad que Tirria vino en un momento donde me encuentra con ganas de hacer este tipo de obras, con la madurez necesaria. Mi debut de teatro fue a los 19 años y desde ahí ha sido un trabajo constante”. Al preguntarle sobre las sensaciones previas a una función, detalla: “Es algo que es muy difícil de explicar… hay como un nudo en el estómago. Porque cada función, por más que sepas lo que vas a decir, estás un poco sin red”.
La relación madre-hijo en el arte
Trabajar con su hijo Galo ha sido una experiencia gratificante para ella. Politti comenta: “Galo es actor ya de la cuna… Él tiene el gen de la vocación teatral”. En su papel de madre, ella reflexiona sobre el aprendizaje continuo que le brinda la maternidad. “Una de las cosas que te enseña mucho tener un hijo es la paciencia… Pero, sobre todo, es un amor inconmensurable”.
Perspectivas y cambios en su vida
Recordando su juventud, menciona que a los 12 años se sintió inspirada por Simone de Beauvoir y las ideas sobre la independencia femenina. “Por suerte ha cambiado esa mirada sobre las mujeres que no tenían un marido”, reflexiona. Sobre su pareja desde hace 27 años, Fernando, señala: “No tengo fórmulas… es un día a día de construcción”. Su capacidad de escuchar ha sido una herramienta fundamental en su vida, lo que considera muy valioso: “A veces el otro necesita que lo escuches un ratito”.
Sobre la autoexigencia y la presión social
La actriz admite haber sido autoexigente, lo que le causó sufrimiento: “Fui muy exigente y me llevaba mucho sufrimiento porque nunca llegaba a la idea que tenía de mí misma”. Preguntada sobre la presión que enfrentan las mujeres en el ámbito artístico respecto a la perfección y el paso del tiempo, responde: “No lo estoy sintiendo en cuanto a lo que es de afuera, pero sí siento que hay una presión interna”.
Reflexiones sobre la vida y el arte
Andrea confiesa que el paso del tiempo la ha llevado a conectar más con el disfrute de su vida: “¿A ver con qué quiero disfrutar la vida en estos momentos?”. Así, concluye que la verdadera rebeldía es preguntarse y hacer lo que se desea sin presiones externas.
Un mate pendiente y un consejo al pasado
Finalmente, al ser consultada sobre con quién le gustaría tener un mate, Andrea dice: “Con Simone de Beauvoir”, y si pudiera encontrarse con su yo más joven, “le diría que es muy valiente, que la admiro y que se quede tranquila”.