El oscuro calabozo sexual de un financista arrestado en EE. UU.
Un penthouse inquietante en el corazón de Manhattan
En la Metropolitan Tower, un lujoso rascacielos en Manhattan, se encuentra un penthouse que ha captado la atención de todos. En su increíble vista de la ciudad, hay un espacio oscuro y perturbador: un calabozo sexual con paredes rojas, insonorizado y equipado con elementos inquietantes como una cama enorme, cepos, y una cruz de dos metros. El lugar, conocido como F“El calabozo del sexoF”, es arrendado por Howard Rubin, un financiero que ha estado involucrado en prácticas sadomasoquistas durante más de diez años, llevando de manera activa a mujeres jóvenes a este cuarto para someterlas a un sinfín de abusos.
Las graves acusaciones contra Rubin
Rubin, quien ha trabajado en Wall Street, fue arrestado recientemente en su rancho de lujo en Connecticut. En su contra se han presentado diez cargos que incluyen ataque sexual, violación y trata de personas. La Fiscalía teme que, debido a su considerable fortuna, que incluye una cuenta de 75 millones de dólares en las Islas Caimán, pueda evadir la justicia, lo que llevó al juez a negar su libertad bajo fianza.
Durante su tiempo en el penthouse, mujeres de diversos trasfondos, incluidos modelos y exconejitas de Playboy, han declarado haber sido víctimas de abuso. Según los informes, ellas sufrían golpes, asfixia y violencia física y emocional. Varias de ellas han decidido testificar en su contra.
La vida de un lobo de Wall Street
Howard Rubin, de 70 años, es un ejemplo del ascenso y caída en el mundo de las altas finanzas. Comenzó su carrera estudiando ingeniería química pero encontró su verdadero llamado en el mundo de las apuestas. Desde Las Vegas, donde comenzó su carrera, pasó a Salomon Brothers y luego a Merrill Lynch, ganando notoriedad por sus decisiones arriesgadas en el mercado. Su audacia lo convirtió en una figura célebre, aunque sus actos eventualmente lo llevaron a la ruina financiera y personal.
En el camino, Rubin contrajo múltiples problemas legales que, sin embargo, no detuvieron el patrón de abuso. Las mujeres que eran contratadas para sesiones sexualmente extremas a menudo terminaban enfrentando condiciones mucho peores a las acordadas. Muchas de ellas se sentían atrapadas incluso para utilizar palabras de seguridad, ya que estaban atadas y bajo el control total de Rubin.
Implicaciones legales y revelaciones sobre su asistente
Su asistente, Jennifer Powers, también ha sido imputada por su papel en facilitar estas transacciones. Powers organizaba a las mujeres, facilitaba los pagos y aseguraba que todo estuviera listo para las sesiones, estando presente en muchas de ellas. La Fiscalía también ha hecho mención de que Powers disfrutó de beneficios económicos proporcionados por Rubin, quien pagó numerosos gastos familiares a lo largo de la última década.
Ambos se enfrentan a acusaciones que, de ser probadas, podrían cambiar drásticamente sus vidas. Mientras que Powers ha logrado negociar su salida bajo fianza, Rubin permanece detenido a la espera del juicio.
Un escándalo que impacta a la sociedad
El caso ha resonado en las redes sociales, no solo por las atrocidades que se han revelado, sino también por teorías de conspiración relacionadas con la naturaleza de los círculos en el que se movía Rubin. A pesar de la gravedad de las acusaciones, su historia ha atraído la atención pública al vincularse con temas de abuso de poder en el mundo financiero. La expectativa es alta para el juicio, donde las víctimas esperarán que finalmente se haga justicia.
