Efecto contagio: después de Walmart, se reactivan las ventas de Sodimac y la tarjeta de Falabella

En forma casi paralela a la salida de Walmart, en los últimos días también se reactivó la venta de los activos de Falabella en la Argentina. En este caso, la intención original del grupo chileno que ya anunció su decisión de irse del país era encontrar un único comprador para sus tres negocios locales: las tiendas departamentales que opera con la marca Falabella, los homecenters Sodimac y la tarjeta CMR. Sin embargo, la falta de interesados por Falabella terminó de convencer a los chilenos y al banco de inversión Columbus Merchant Banking -que tiene el mandato de venta- de aceptar separar las operaciones.

En este nuevo escenario, la venta que primero podría definirse es la de CMR. La tarjeta de Falabella cuenta con más de 300.000 clientes y una cartera relativamente sana, con lo cual hubo varias empresas -principalmente del rubro financiero- que mostraron su interés por quedarse con el negocio. De todas las ofertas que andan dando vuelta, el que se perfile como el principal candidato es el grupo Supervielle.

«La operación del CMR está avanzada y se podría cerrar antes de fin de año», explicó a la nacion una fuente cercana a la transacción. «En estos casos la venta del flujo, es decir el stock de deuda, es lo más fácil y este tipo de operaciones se hace todo el tiempo, pero lo más valioso que tiene CMR es la cartera de clientes y hay varios interesados», agregó.

Lista compartida

En el caso de Sodimac, la venta de la cadena de homecenters también sumó varios candidatos. En muchos casos, la lista es la misma de los que presentaron ofertas por Walmart: el fondo de inversión Inverlat, (dueño de Havanna) el empresario Francisco de Narváez (ex diputado nacional y antiguo dueño de la cadena Tía) y el grupo W, de la familia Werthein (con intereses en seguros, real estate y alimentos).

Al grupo de candidatos también hay que sumar a un fondo de inversión que lidera el empresario Juan Manuel Ortiz (un ex The Exxel Group y CoInvest), que también está en la carrera para quedarse con Walmart Argentina.

La lista se completa con un jugador local del interior del país, que sería el único que proviene del negocio de venta de materiales para la construcción. En este caso, el nombre que se menciona en el mercado es el de Familia Bercomat, una empresa nacida en Chaco y que es muy fuerte en todo la región del litoral. La firma está controlada por la familia Bercovich y en la actualidad cuenta con 34 sucursales entre Chaco, Misiones, Formosa, Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fe.

Sin interés

Muy diferente es el caso de las tiendas de Falabella. Cuando se anunció la venta, el grupo chileno comunicó el cierre de un par de sucursales (una sobre la calle Florida y otra en el shopping Tortugas Open Mall). Pese a esta decisión que implica asumir el costo laboral y político del ajuste, el negocio no despierta demasiado interés en el mercado.

El único jugador que participa en el rubro es Francisco de Narváez, que en Uruguay controla a la cadena de tiendas BAS, que tiene más de un punto de contacto con Falabella.

Sin embargo, las trabas cada vez más grandes para importar terminaron de desalentar cualquier interés, al menos hasta ahora. «El negocio de Falabella está muy complicado porque dependés de la importación que está cada día más complicada y es casi imposible poder desarrollar una red de proveedores locales», explicó a LA NACION el director de un fondo que estuvo mirando a la empresa.