El enfoque de Caputo frente al dólar y la estrategia de los bancos

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Luis Toto Caputo y Santiago Bausili llegan a la Casa Rosada en el día después de las elecciones de la provincia de Buenos Aires, el 8 de septiembre de 2025. Foto: Mariana Nedelcu

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Desafíos económicos

Después de una serie de tropezones económicos, el equipo de Luis Caputo afirma que «fue un error táctico electoral, se corregirá en octubre». En respuesta a la complicada situación tras los resultados adversos del domingo, se llevaron a cabo conversaciones con exportadores y bancos extranjeros con el fin de aportar estabilidad, especialmente en el sector bancario, donde se comenzó a discutir un «Plan Parche» para afrontar las altas tasas de interés, los récords en los encajes y un dólar intervenido.

La presión del tipo de cambio

Caputo enfrenta una tarea monumental. El Presidente Javier Milei le ha solicitado «mantener el rumbo», pero existe una escasez de dólares que intensifica las presiones. Desde el “lunes negro”, el tipo de cambio oficial ha incrementado casi un 5%. Actualmente, el precio mayorista se posiciona en $ 1.416 y el minorista se mantiene en $ 1.425. La inquietud radica en una posible aceleración de la inflación, que ya mostró un incremento del 14% en julio.

Intervenciones y reacciones del mercado

Ante el desplome de los bonos y una caída del 17% en las acciones en dólares, el dólar cerró por debajo del límite superior de la banda establecida, que es de $ 1.470. Los actores del mercado consideran que, aunque el sector agropecuario aportó US$ 220 millones, también hubo intervenciones indirectas por parte del Banco Nación, el Fondo de Garantía de Sostenibilidad (FGS) y el Tesoro. Además, la reducción de operaciones en la bolsa contribuyó a que la jornada se resumiera a solo 3 horas. Ahora, en la city financiera se habla de un «cambio de juego», incluyendo una mayor apertura política y posibles modificaciones cambiarias.

Consejos y estrategias

Desde Wall Street, JP Morgan sugirió que podría ser necesario un dólar de «mayor competitividad» y advirtió que, si alcanza el límite superior, el Banco Central se vería obligado a disminuir sus reservas, que se estiman en casi US$ 16.000 millones. Por su parte, el Tesoro cuenta con aproximadamente US$ 1.000 millones. Domingo Cavallo, crítico de las intervenciones cambiarias, ya había abogado por una mayor flexibilización, mientras que Martín Redrado, ex titular del Banco Central, sugirió ofrecer US$ 5.000 millones si el dólar se acerca a los $ 1.470. En tanto, Carlos Melconian, ex presidente del Banco Nación, insinuó la posibilidad de establecer un tope o impuesto a la adquisición de dólares por parte de particulares.

Propuestas alternativas

A pesar de las promesas de Milei y Caputo de no devaluar antes de octubre, entre los bancos han comenzado a circular propuestas que parecen a un «Plan Parche». Una de las opciones es explorar la línea de financiación presentada anteriormente por Scott Bessent, ex secretario del Tesoro de EE. UU., en caso de que ocurra un «shock externo». Según fuentes cercanas a Washington, el Tesoro estadounidense expresó inquietudes por la dirección económica de Argentina, pero sin intenciones de ofrecer fondos. Sin embargo, se mencionó que la embajada podría estar dispuesta a ayudar, con el mensaje claro: «Dígannos cómo podemos ayudar».

Perspectivas económicas y ajustes necesarios

Los banqueros sostienen que una inyección de fondos podría facilitar la creación de un nuevo sistema cambiario, el tercero en menos de dos años. Actualmente, la prioridad es llegar al 26 de octubre, y se anticipan 34 ruedas y conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para ajustar las bandas. Según el acuerdo firmado en abril, solo se permite la venta de dólares cuando se alcanza el límite superior.

Situación fiscal y consecuencias para la industria

La elevada tasa de ancla monetaria es motivo de preocupación, ya que algunos bancos suspendieron la concesión de créditos y el consumo se encuentra estancado. Después de la revelación de una caída en la industria y la construcción en julio, se espera que el indicador de actividad (EMAE) sea similar, lo que significaría seis meses de caída y la entrada en la segunda recesión en dos años, lo que genera incertidumbre sobre posibles despidos en la UIA.

Además, persiste la inquietud sobre el ancla fiscal, considerado el «corazón» del ajuste. El banco suizo UBS señala que el escándalo de los audios no ha sido el único factor negativo para los activos argentinos, sino también el deterioro de la relación con los gobernadores respecto a los recursos. Después de los eventos del domingo, se anticipan nuevas presiones, como se verá en el regreso del Garrahan a las calles el próximo viernes.

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