Para economistas de EE.UU. el país podría sufrir una crisis cambiaria todavía más grave
Un trabajo de tres economistas de la Reserva Federal de Dallas sitúa a la economía argentina en la última posición de las perspectivas que enfrenta una lista de países en vías de desarrollo para enfrentar una suba de las tasas de interés en Estados Unidos.
La Argentina, según la investigación Scott Davis, Michael Devereux y Changhua Yu, es una de las dos economías con un nivel de reservas inadecuado, esto es negativo, al descontar de las divisas que atesora el Banco Central, los montos de la deuda en dólares de corto plazo (básicamente al FMI) y el resultado de la balanza de pagos. El otro país en una situación similar a la argentina es Turquía.
El trabajo de los investigadores de la Fed de Dallas es relevante por doble motivo. Primero por el contexto local en el que la crisis financiera se agrava. Ayer el blue llegó a $ 301. Segundo, la Fed subiría por segunda vez consecutiva las tasas la semana próxima y volvería a hacerlo 0,75 puntos porcentuales.
La Reserva Federal de EE.UU. (el Banco Central de la economía más grande del mundo) atraviesa un período de suba de tasas para aplacar el aumento de la inflación que en junio fue 9,1% anualizada, la más alta desde 1981. En lo que va del año su comité de política monetaria subió la tasa en tres oportunidades (marzo, mayo, junio) y se espera repita lo mismo en julio. Después de algunos rumores que aplicaría un incremento de un punto porcentual (algo que jamás decidió la Fed desde que usa las tasas como guía para administrar la inflación desde 1990), todo indica que la semana próxima sería 0,75 la suba por temor a provocar una desaceleración mayor a la esperada en la actividad (las tasas de las hipotecas están llegando al 5% anual y eso haría caer más el consumo).
El impacto de esta adecuación de la política monetaria de EE.UU. a la suba de precios que registran en su país, impactará de alguna u otra manera en las economías emergentes y la Argentina en particular. Esto ha sucedido así en el pasado, como por ejemplo en 1994 cuando la Fed (su presidente era Alan Greenspan) desató el llamado efecto Tequila.
El trabajo de Davis, Devereux y Yu halló que la mayoría de los países en vías de desarrollo o emergentes que fueron perjudicados en el 94, están en mejores condiciones y fuera de peligro esta vez. Aún cuando la corrección de 2022 sería de mayor magnitud a la de 1994 (por un cuarto de punto). ¿El motivo? Aprendieron la lección: cuentan con reservas para pagar deuda e importaciones. El trabajo no representa la visión del sistema de la Fed (integrado por 12 bancos regionales, entre ellos el de Dallas) sino de sus autores.
La crisis del Tequila (la primera del mundo integrado financieramente post caída del Muro) tuvo epicentro en México. Su economía había estado expuesta a una elevada deuda denominada en dólares y un nivel insuficiente de reservas.
“Los mercados emergentes deben decidir qué nivel de reserva es adecuado para proteger su moneda”, plantea el trabajo.
Davis, Devereux y Yu citan el trabajo del economista argentino, Pablo Guidotti, ex secretario de Hacienda y actual profesor de la Universidad Di Tella. Guidotti llegó a una conclusión popularizada por el propio Greenspan. En un discurso de 1999, el estadounidense resumió la regla afirmando que “los países deben administrar sus activos y pasivos externos de tal manera que siempre puedan vivir sin nuevos préstamos extranjeros hasta por un año”.
Desde entonces esa medida de adecuación de las reservas se la conoce como regla Guidotti-Greenspan.
“Hoy un aumento de la tasa de EE.UU. no tendría el impacto de 1994 porque los países emergentes acumularon reservas suficientes y entendieron el riesgo de depender en exceso del mercado financiero”, explica el propio Guidotti. “En el caso de la Argentina, por ejemplo, no tiene vencimientos significativos hasta 2025. Pero los números siguen mostrando una economía frágil porque no tiene reservas suficientes y tampoco acceso al mercado”.
La consultora Equilibra estima las reservas netas hoy en -US$ 1.071 millones. Y para fin de año el rojo se profundizaría: -US$ 2.724 millones.
El aumento de las tasas de EE.UU. tendría un impacto mayor sobre Argentina que el financiero: el dólar se fortalecerá más y los precios de los commodities seguirán cayendo.
Fuente: Clarin