Lula da Silva se prepara para la contienda presidencial de 2026 enfocándose en Tarcísio de Freitas

Inicio anticipado de la campaña electoral
En lo que parece ser un adelanto de la campaña electoral en Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha decidido centrar su atención en el potencial rival que podría enfrentar en las elecciones presidenciales de 2026. Este rival es el actual gobernador de San Pablo, Tarcísio de Freitas, quien se alinea con la derecha y tiene vínculos con el ex presidente Jair Bolsonaro, ahora condenado por golpismo.
El panorama electoral actual
Lula ya superó a Bolsonaro en las elecciones de octubre de 2022, obteniendo una victoria por un 1.8% de los votos, mientras que el ex presidente sufrió una derrota histórica. Con Bolsonaro actualmente impedido de participar en política y sentenciado a 27 años y 3 meses de prisión, sus aliados están evaluando las nuevas dinámicas de la contienda política.
Tácticas del PT
- El gobierno ha optado por relegar el caso de Bolsonaro y enfocarse en los programas gubernamentales.
- El Partido de los Trabajadores (PT) planea destacar la popularidad de Lula, según las encuestas.
- El objetivo es atacar a Tarcísio de Freitas, considerado un fuerte contendiente en 2026.
La presidenta del PT, Gleisi Hoffman, ha definido al partido como “la derecha responsable” en contraposición al bolsonarismo, destacando que el Partido Social Democrático (PSD), que ha tenido un notorio desempeño electoral, puede jugar un rol importante en las próximas elecciones.
Perspectivas de popularidad
Los analistas advierten que la popularidad de Lula se ha incrementado, particularmente tras la reciente encuesta de Datafolha, que indica un 33% de aprobación, el nivel más alto del año. Esta encuesta muestra que aun cuando su gobierno presenta desafíos, especialmente económicos, se mantiene en una posición relativamente buena.
En comparación, el ex presidente Bolsonaro mantiene un índice de aprobación del 22% y una desaprobación que supera el 50%. Este contexto avanza hacia las elecciones, con más de 390 días antes de la primera vuelta electoral.