Bego Alday regresa a la Antártida para enfrentar un desafío personal tras una experiencia cercana a la muerte

Una nueva travesía a la Antártida
Bego Alday es conocida por su espíritu aventurero y su deseo de superar límites. Tras experimentar una situación límite que casi le cuesta la vida en un viaje anterior a la Antártida, ha decidido regresar con un objetivo claro: completar una prueba deportiva que ha denominado “Ironhuman”. Este desafío está pensado no solo como un reto personal, sino también con la esperanza de ser capturado en un documental.
Un reto con significado
El nombre de la prueba refleja la identidad de Bego, quien se identifica como no binaria. Su intención es ser la primera persona que no se categoriza como hombre en completar un Ironman en la Antártida, el cual incluye tres intensas disciplinas: 3,86 km de natación en mar abierto, 180 km de ciclismo y 42,2 km de carrera a pie
El evento está programado para enero de 2026. Bego, originaria de Vitoria, en el País Vasco, comenzó a hacer deporte en su infancia, lo que resultó beneficioso para su salud mental y su rendimiento escolar, especialmente después de recibir el diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Un recorrido lleno de obstáculos
Antes de embarcarse en este nuevo proyecto, Bego tuvo una carrera en el fútbol, jugando profesionalmente en la segunda división española. Sin embargo, la falta de oportunidades en la liga femenina la llevaron a cambiar de rumbo, y con 18 años ingresó a las Fuerzas Armadas para estudiar Ingeniería Náutica.
En sus 29 años de vida, Bego ha logrado combinar su experiencia militar con la civil en la marina mercante. Sin embargo, ha enfrentado dificultades en un entorno predominantemente masculino, donde su presencia a menudo ha sido resaltada como un referente de empoderamiento. «Me cansé de ser un ejemplo de empoderamiento femenino», expresa.
Rompiendo moldes y estereotipos
Desde hace aproximadamente dos años, Bego se asumió públicamente como una persona no binaria. Ella busca desafiar las normas de género que restringen a los individuos a identificarse en una de dos categorías. La realización del Ironhuman en la Antártida también tiene un significado simbólico para ella: «Es una prueba donde no compito contra nadie, solo contra mí misma, sin categorías ni discriminación. La Antártida simboliza un espacio que no pertenece a nadie, pero que tampoco es de nadie”, reflexiona.
Transformando el trauma en motivación
En su anterior experiencia en la Antártida, Bego estuvo involucrada en una situación crítica conocida como “MayDay”, que la llevó al borde de la muerte. «Tuvimos un problema en Cabo de Hornos y pensé que el barco se hundía. Fue la vez que más cerca estuve de la muerte», rememora, con la tensión aún palpable en su voz.
Sorpresivamente, esta experiencia ha sido un motor para que Bego planee su regreso y actie su lucha interna, buscando sanar un trauma al enfrentarse nuevamente a ese entorno hostil, pero esta vez de manera consciente.
Preparativos para el Ironhuman
La idea de realizar un Ironman en la Antártida surgió como un desafío personal. A pesar de no haber completado un Ironman previamente, Bego se ha embarcado en un intenso programa de entrenamiento, que incluye adaptación a temperaturas extremas y preparación física. “Lo importante no es que todos hagan esto, sino que cada uno reflexione sobre sus propios retos personales”, afirma Bego, quien también busca desafiar los estereotipos de género que afectan a la sociedad.
Pruebas y testimonios de superación
A pesar de su definición como una persona muy sensitive al frío, Bego ha desarrollado una resistencia mental al mismo al participar en entrenamientos en Islandia y Groenlandia, así como en eventos como la Winter Swimming World Cup en el glaciar Perito Moreno, donde obtuvo varias medallas.
Recientemente, además, completó la travesía a nado del canal del Beagle, un hito que refuerza su preparación para el evento principal, el Ironhuman.
Un mensaje de impacto social
El Ironhuman se llevará a cabo en enero, donde Bego y su equipo se alojarán en un velero para realizar el desafío. Mientras busca batir un récord personal de completar la prueba en menos de 30 horas, Bego también planea documentar el proceso. Su objetivo no es solo realizar el Ironman, sino transmitir un mensaje de superación y conciencia social, dirigido a aquellos que podrían beneficiarse de su historia.
«No quiero inspirar a que todos hagan un Ironman, sino que puedan relacionar mi experiencia con sus propias luchas y realidades», concluye, evidenciando su deseo de transformar su hazaña en una voz para el cambio social.