Dolor neuropático: uno de los problemas que más afecta la calidad de vida de las personas

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Aparece como consecuencia de una lesión o mal funcionamiento del sistema nervioso. Se potencia con el estrés, la preocupación, la ansiedad y la depresión. Puede generar adormecimiento, pinchazos, sensación de frío y quemazón.
Aunque el dolor neuropático no tiene ninguna función biológica, conlleva alteraciones físicas y emocionales que afectan la calidad de vida del paciente al ser altamente incapacitante. Si bien sus síntomas son muy variables, es común que quienes lo padecen, experimenten síntomas intensos similares a una corriente eléctrica o quemazón, ante estímulos comunes, explicó el doctor Pedro Bermejo Velasco, coordinador del Grupo de Estudio de Dolor Neuropático de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
De acuerdo con los últimos estudios realizados, el 85% de los pacientes con dolor neuropático presenta un deterioro significativo en su calidad de vida. En el 63% de los casos, se lo asocia a la ansiedad y en el 56%, a la depresión. Por otra parte, representa el 25% de las consultas médicas, debido a su tendencia a la cronicidad.
Aunque el tratamiento ha evolucionado y existen diferentes medicamentos y técnicas, en muchas ocasiones, no es bien tolerado por los pacientes y en otras, el dolor se hace refractario a cualquier tipo de tratamiento. Actualmente, el cuadro de dolor neuropático dura más de 12 meses en más del 65% de los pacientes, mientras que entre un 40 y un 70% de los afectados no consigue paliar por completo el dolor, ya que no responde a los analgésicos ni antiinflamatorios convencionales.

Los fármacos generalmente utilizados son antidepresivos, opiáceos, antiepilépticos, que muestran una reducción del dolor del 30 al 50% en, aproximadamente, la mitad de los pacientes tratados. “El uso de la politerapia tampoco es eficaz para muchos pacientes, porque un porcentaje considerable de los casos es farmacorresistente, por lo que es necesario seguir investigando nuevas opciones terapéuticas más eficaces”, consideró el especialista.
“Aunque el tratamiento farmacológico sigue siendo la primera opción que se debe considerar, el abordaje terapéutico tiene que ser de tipo multidisciplinar, en el cual se incluya también la fisioterapia, tratamiento psicológico y otras modalidades terapéuticas”, agregó el experto tras revelar que solo un 30% de los pacientes con dolor neuropático sigue algún tipo de tratamiento no farmacológico.

Este dolor extraño y difícil de combatir puede descolocar enormemente a la persona afectada. Al respecto, Vicenç Punsola -fisioterapeuta, especialista en el tratamiento del dolor neuropático y director de Hand Therapy Barcelona-, detalló cuáles son los síntomas de alerta de esta patología y qué medidas deben tomarse en caso de detectarla.
Al respecto, señaló: “Lo primero que hay que tener claro es que el dolor neuropático es una complicación de una lesión nerviosa (grande o pequeña), no una lesión en sí. Lo segundo, que no es un síntoma derivado de la lesión, sino que es una alteración de la percepción. Puede tener un origen periférico, pero se desarrolla a nivel cerebral. Los nervios llevan sensaciones al cerebro, que éste deja de percibir cuando una persona se lesiona. El cerebro, al que no le gustan los espacios vacíos, lo que hace es llenarlos con algo; y ese algo puede ser el dolor que, incluso, puede persistir durante mucho tiempo, inclusive años”.

Síntomas de alerta
Sensación de quemazón o frío.
Sensaciones de corriente eléctrica.
Sensación de adormecimiento o rugosidad al tocar la zona.
Estas sensaciones se dan por episodios y pueden ser intermitentes.
El especialista comentó que estos síntomas se deben a un proceso que se llama sensibilización, es decir, un estímulo muy poco intenso que genera una respuesta muy alta porque el nivel de irritabilidad del nervio es muy elevado. “Con un estímulo muy bajo, se puede tener mucho dolor. Por eso, hablamos de una distorsión de la percepción”, explicó tras advertir que hay factores que pueden hacer que la intensidad del dolor aumente y perdure más, como sucede en los casos de personas con elevados niveles de preocupación.

Por último y en lo que respecta a calmar el dolor, el especialista dijo que si el dolor está en línea ascendente (cada día duele más, con más frecuencia, durante más tiempo y con más intensidad), la mejor opción es que el afectado consulte con un médico y recurra a ayuda farmacológica. “Ése es el único medio del que disponemos en la actualidad para frenar lo antes posible el proceso de sensibilización del que hemos hablado antes”, confesó el especialista.
En ese sentido, concluyó: “Nuestro sistema nervioso tiene un filtro que hace que de la información que se genera en la periferia, solo le llegue una pequeña parte al cerebro. En un paciente con dolor neuropático, ese filtro se estropea y el sistema nervioso se transforma en un `colador´, es decir, el bombardeo de información que recibe el cerebro es brutal. Y esto le genera una alarma, que es la que acaba provocando el dolor. Los neuromoduladores son fármacos que logran frenar eso. Si bien es cierto que pueden generar sensaciones desagradables (como somnolencia, dificultades de concentración, entre otras), son una buena herramienta de urgencia para paliar el dolor”.
Fuente:Tn

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