“Barrio mi pesadilla”: el drama de 134 familias estafadas con el sueño de la casa propia
Pusieron los ahorros de toda la vida para la construcción de un vecindario privado. Hasta que apareció la empresa propietaria del terreno y los futuros propietarios se convirtieron en okupas.
La ubicación satelital de mi celular me ubica a unos 70 minutos del Obelisco. Los márgenes de la Ruta Provincial 53 me muestran diferentes realidades del generoso contraste.
Los asentamientos precarios de viviendas improvisadas en chapa y cartón comparten paisaje con los cascos históricos de las estancias centenarias de la oligarquía de 1900.
En el trayecto por la ruta, también conocida como Avenida Eva Perón, los parajes devenidos en comercios rebusque terminan de contextualizar el escenario de una historia tan increíble como real.
Llegamos El Alpino, partido de Florencio Varela, donde se escribe un capítulo más de la Argentina insólita.
Un tolderío de último momento, una decena de autos de media y alta gama estacionados sobre la banquina, y un grupo de familias que mira con desconfianza la llegada del noticiero le dan la bienvenida a esta crónica de usurpación, estafas y desalojos en el conurbano profundo.
Esta historia comenzó a escribirse hace varios años, cuando este grupo de vecinos que ayer soñaba con ser propietario de una vivienda de lujo en el barrio privado “Mis Sueños”, hoy vive la pesadilla de acampar en la puerta del predio esperando que le devuelvan lo que -creían- era suyo.
La desgracia de estos argentinos de bien, que volcaron indemnizaciones de 20 años de trabajo en el barrio privado, llegó cuando se enteraron que los verdaderos dueños de la tierra no eran ellos, ni las inmobiliarias que los estafaron al venderles sus lotes. El propietario original era “Aqualand”, la reconocida firma internacional de parques acuáticos, que luego de denunciar la usurpación de las 12 hectáreas de su terreno no tuvo otra alternativa que judicializar el caso y propiciar el desalojo de las 20 familias que ya vivían en el lugar. “Acá cada familia invirtió entre 10 mil y 24 mil dólares”, cuenta uno de los damnificados.
El sueño de la casa propia se transformó en pesadilla: “Puse todo acá y me quedé en la calle”
La intempestiva aparición de “Aqualand” fue un balde de agua fría en la vida de estas 134 familias que de la noche a la mañana dejaron de ser propietarios para convertirse en okupas, que abandonaron sus lotes para vivir en la vereda, que dejaron sus trabajos para convertirse en detectives. Todo en busca de respuestas por parte de estafadores fantasmas, que interrumpieron su sueño para convertirlo en pesadilla.
“Eso que ves ahí no es mi casa de fin de semana ni nada de eso. Era mi única casa. Puse todo acá y me quedé en la calle”, dice uno de los hombres que hoy vive junto a sus hijos en la carpa montada frente al terreno. Un video grabado días atrás muestra su reacción ante la llegada de la Policía con la orden de desalojo. “¡El primero que entra yo me ahorco! ¡Esta es mi casa! ¡Juro que me ahorco!”, grita con desesperación. Hoy, con lágrimas en los ojos, todavía sostiene una esperanza: “Les digo a mis hijos que voy a hacer todo lo posible, que tengan fe, que van a tener su casa”.
Fuente:Tn