Yoga: cuántos tipos existen y cuáles son sus diferencias
Cada uno tiene diferentes características y es muy útil compararlas entre sí para saber cuál se adapta a tus necesidades.
El yoga es una disciplina milenaria con múltiples beneficios tanto para el cuerpo como para la mente. Se trata de un estilo de vida integral que permite, entre diversos beneficios, ganar elasticidad, resistencia física, eliminar el estrés y conseguir la paz interior.
Sin embargo, con el correr del tiempo se fue adaptando a las distintas edades y culturas a tal punto de diversificarse atendiendo a las demandas de sus seguidores.
Mediante ásanas, respiración y meditación, la manera de cuidar y fortalecer el cuerpo, la mente y el espíritu varían dependiente el tipo de yoga que practiques: hay más tranquilo, otro más dinámico. Para todos los gustos y necesidades.
Conocer cada especialidad y sus diferencias permite comprender sus beneficios y propósitos para ayudarte a elegir cuál es la variante que mejor se adecúa a vos.
Diferentes tipos de Yoga
Cada uno tiene diferentes características y es muy útil compararlas entre sí para saber cuál se adapta a tus necesidades.
Kundalini Yoga: es conocida como el “yoga de la conciencia”. Incluye diversas posturas, respiraciones energéticas, meditación (que suelen durar más de 10 minutos) y canto de mantras. Es muy completa porque integra todas las ramas del yoga. Se practican secuencias de ásanas específicas para fines terapéuticos.
Hatha yoga: es la más frecuente en Occidente. Incluye posturas y un gran rango de métodos de mantras, meditación y purificación. Hace foco en el equilibrio del cuerpo físico mediante diversas posturas. No demanda demasiada resistencia física.
Bikram Yoga: a diferencia de la anterior, es muy intensa. El objetivo de este tipo de práctica es calentar los músculos para lograr más elasticidad y a su vez desintoxicar el organismo a través de la transpiración. Para eso, cuenta con una serie de 26 posturas que se llevan a cabo a lo largo de 90 minutos en una sala calefaccionada a 42 grados de temperatura. Está indicada para personas que poseen buena condición física.
Acroyoga: combina acrobacia, con danza, masaje tailandés y, por supuesto, yoga. Fortalece brazos y piernas para lograr estabilidad y apoyo. No es para cualquiera, sino que se requiere bastante trabajo con el cuerpo.
Iyengar Yoga: está centrado en el correcto alineamiento del cuerpo a través de las posturas que suelen sostenerse por bastante tiempo. Es ideal para quienes deseen aprender bien las posturas antes de seguir con prácticas más exigentes. Excelente para personas que tengan dolor de cuello o de espalda.
Power yoga: mezcla esfuerzo, sudor y espiritualidad. Las clases se enfocan en aspectos psicológicos para transformar desde el interior hacia el exterior. Incluye una serie de ásanas que fortalecen cuerpo y alma.
Anusara Yoga: hace hincapié en el alineamiento del cuerpo pero de forma fluida, para quienes buscan más dinamismo y conexión espiritual. Es muy demandante físicamente.
Ashtanga Vinyasa Yoga: también conocida como Yoga de los Guerreros, está recomendado en aquellos que deseen desarrollar una buena condición física. Proporciona fortaleza y elasticidad, perfecta para jóvenes y adolescentes o aquellos que deseen mejorar su condición física.
Fuente:Tn