Aníbal Fernández dijo que el crimen de Lucas fue “una locura” y, como Sergio Berni, pidió colaboración a la Justicia
Esta mañana, desde el Ministerio de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández habló sobre el crimen de Lucas, el adolescente de 17 años que fue asesinado ayer a metros de su casa, cuando fue abordado por ladrones que le robaron la bicicleta, el celular y lo apuñalaron en el tórax.
Allí el titular de la cartera contó que se enteró de lo ocurrido bien temprano, que se puso a disposición de la fuerza provincial por si precisaban algo y aseguró que no se puso en contacto con la familia aún pero que piensa hacerlo en las próximas horas.
“Se necesita colaboración de la Justicia”, declaró al referirse a que uno de los tres sospechosos del crimen, un joven que ya había estado detenido. “Lo que han hecho con este chico es una locura”, remarcó y siguió sobre uno de los apresados: “Si fue detenido por robo, tiene que estar detenido por robo. No puede ser que recupere la libertad por algún artilugio jurídico que se pueda poner a disposición del magistrado. No estoy de acuerdo con eso, pienso como Berni”, su par en la provincia.
Al ser consultado sobre una de las medidas anunciadas el año pasado por el Gobierno, cuando él aún no estaba en el gabinete, y que refería a la liberación de presos antes de terminada la condena en el marco de la emergencia por la pandemia de coronavirus, Fernández aseguró: “No me consta que haya sucedido” y además dijo que no tiene registros de reincidencia de ningún tipo. Insistió, por su parte, en la necesidad de optimizar la cantidad de efectivos a disposición para evitar hechos como este asesinato.
“Lo del chiquito este es terrible”, afirmó el ministro y caracterizó lo que hicieron los sospechosos como “un desprecio por su propia vida y la de los demás”.
Asimismo Fernández indicó que ayer no se comunicó con la familia de Lucas, que por la noche protagonizó una marcha en reclamo de justicia, porque no quería que el gesto se entendiera como oportunismo y aseveró que se contactará hoy. “Es dolorosísimo. Voy a tratar de hacer contacto con la familia. Hacerlo ayer era un oportunismo que yo no estoy dispuesto a hacer”.
Y si bien volvió a destacar el trabajo de la Policía, al que calificó como “excelente”, sí dijo que la Justicia tiene que colaborar más. “Hay casos en que, seguramente, no se justifica la prisión preventiva, pero en los casos en que el robo está demostrado, colaboren un poquito con todo porque en esta situación tan particular como la de nuestro país, con una fuerza de seguridad no da abasto para estar en todos los lugares, resolver y después encontrarse con personajes que están en la calle y ventajas que no corresponden…”.
El asesinato
Lucas Iván Cancino, de 17 años, fue asesinado ayer de una puñalada en el pecho en un intento de robo cuando se dirigía a la escuela a bordo de su bicicleta en la localidad bonaerense de Ezpeleta, partido de Quilmes, y por el crimen, los investigadores detuvieron a tres sospechosos y secuestraron un cuchillo manchado con sangre que, se presume, fue el arma homicida.
El episodio ocurrió cerca de las 7.50 cuando el estudiante salía de su casa ubicada de la calle Combate Naval de Quilmes, entre Lugones y Ascasubi, de ese distrito de la zona sur del conurbano, para dirigirse a la escuela y fue abordado por los delincuentes.
La principal hipótesis del hecho es que Cancino fue atacado de una puñalada a la altura del tórax cuando quisieron robarle sus pertenencias, entre ellas la bicicleta, aunque luego los investigadores determinaron que no alcanzaron a sacarle nada, de acuerdo con lo publicado por la agencia Télam.
El estudiante sufrió una herida mortal en el tórax, pese a la cual alcanzó a regresar hasta la puerta de su casa. Finalmente se desvaneció y falleció en la puerta del domicilio donde, según contaron vecinos, vivía con su madre, que en ese momento no estaba, y su abuela.